Las vitaminas son sustancias que, efectivamente, se encuentran en los alimentos que comemos y que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente y crecer y desarrollarse con normalidad.
Existen 13 vitaminas, todas importantes para nuestra salud, que se organizan en 2 grupos:
- • Vitaminas liposolubles. Son las que se disuelven en grasas y que tienen la peculiaridad de que se almacenan en nuestro cuerpo durante un tiempo. Algunas solo se quedan unos días, pero otras pueden estar almacenadas ¡hasta varios meses! En este grupo están las vitaminas A, D, E y K.
- • Vitaminas hidrosolubles. Son las que se disuelven en agua y, en este caso, no se almacenan, sino que viajan directamente por el cuerpo a través de la sangre y las que no se utilizan, se eliminan por la orina. En esta categoría se encuentran la vitamina C y las vitaminas del grupo B.
Cada vitamina tiene un papel especial que cumplir, pero ¿cuál?
La vitamina A ayuda a la formación y al mantenimiento de huesos, dientes, tejidos (blandos y óseos), mucosas y piel. Además, la vitamina A desempeña un papel realmente importante en la vista ya que mejora la visión nocturna y ayuda a ver en color. Como ayuda a la formación de la retina, por eso la vitamina A también se la conoce como retinol.
Hay más de 1 vitamina B, en concreto hay 8: B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9, B12 por lo que se suele hablar de vitaminas del grupo B. Regulan la energía, ya que ayudan a fabricarla y a liberarla cuando el cuerpo la necesita, de ahí que su déficit se asocie al cansancio, la fatiga y la falta de fuerzas. Las vitaminas B también participan en la fabricación de los glóbulos rojos, encargados de transportar oxígeno por todo el cuerpo.
La vitamina C es imprescindible para mantener los tejidos corporales (como las encías, los huesos, los músculos y los vasos sanguíneos) en buen estado. También ayuda a nuestro cuerpo a combatir las infecciones y a cicatrizar.
La vitamina D es necesaria para tener unos huesos fuertes y sanos y juega un papel indispensable en la absorción del calcio. La vitamina D es una de las pocas que podemos fabricar, la fabrica nuestra piel cuando se expone a la luz del sol, aunque también se obtiene, como el resto, por la alimentación.
La vitamina E es antioxidante, es decir, protege nuestro organismo de los radicales libres que causan la degeneración de los tejidos. La vitamina E también es cicatrizante y aumenta la producción de células de defensa, por lo tanto, ayuda a mantener el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias.
La vitamina K es necesaria para la coagulación de la sangre y para mantener los huesos fuertes, ya que tiene un papel importante en el transporte del calcio desde nuestro torrente sanguíneo hasta nuestros huesos. Hay 3 vitaminas K: K1, K2 y K3 y como la vitamina D, nuestro cuerpo la puede fabricar, en concreto, tarea que hacen las bacterias que forman parte de nuestra flora intestinal.
Todo y que las vitaminas no se encuentran en nuestro organismo de forma natural, una dieta variada y equilibrada, cubriría de sobra las necesidades diarias de vitaminas que como hemos visto, son tan importantes para mantener nuestro organismo sano y poder desarrollarse con normalidad.
Y recuerda, si en algún momento, el pediatra te recomienda un suplemento multivitamínico, elige alguno que sea adecuado por edad y no proporcione más del 100 % del valor diario de vitaminas y minerales.
Bonus track:
¿Por qué no hay una vitamina B4? La razón de que no haya este “hueco” y algunos otros, es que había unas sustancias que eran consideradas vitaminas, pero dejaron de serlo cuando se descubrió que eran sintetizadas por el cuerpo.
A la vitamina B8 también se la llama Biotina, Vitamina B7 o Vitamina H.
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